Echo a faltar los días de descanso, aunque fue menos de lo que me hubiera gustado.
Disfrutamos mucho con la nueva estufa, que a parte de calentar muchísimo, podíamos asar manjares de pueblo.
Llegamos a comer de todo y por supuesto manjares riquísimos y con todas las calorías del mundo.
Pero quien podía decir que no a esta torta de jamón
O a este pastel de perdiz
Pero también caminamos mucho ya que tuvimos la suerte de que el tiempo nos acompañara.
Y otros bichejos varios...
Que decir que la peque se lo pasó en grande
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